Capítulo 51

-       … lo único que te podemos decir es que en un principio nos quedamos por un problema con uno de los coches. Luego las cosas tomaron un rumbo que no esperábamos, conocimos unas personas que no teníamos pensado conocer y ahora tres de nosotros tienen los corazones ocupados – cruzó una mirada con su hermano y añadió -, algunos de por vida.

-       Yo sólo os diré que es la persona más especial que he conocido aparte de mi familia y mi compañeros – comentó él -. Me ha hecho darme cuenta del mal camino que había tomado en la vida y me está ayudando a corregirlo.

-       ¡No! ¡Tom, tú no! – gritaban las fans, desesperadas y ya sin esperanza -. ¡Tú eres nuestro!

-       Lo siento chicas; yo soy de mi madre – respondió el chico divertido -, que por algo me parió; de Bill, porque creo que como hermano gemelo tiene algún derecho y de mi novia, ya que me robó el corazón.

-       No conocía esa faceta tan tierna de Tommy – dijo Mery en el hospital mirando la pantalla de la televisión con lágrimas en los ojos -, pero me encanta.

-       Pues a él no le encantará que le digas Tommy – rió Derek -, así que díselo sólo cuando quieras fastidiarlo.

-       Mmm – Mery le sacó la lengua.

-       Bueno, pues sabemos que Tom está ocupado – anunció Pablo -, ¿quiénes son los otros dos?

Bill y Georg se miraron divertidos. Luego levantaron la mano a la vez. Y hubo más quejas entre las fans.

-       ¡NOOOOO! – se quejaban -. ¡Bill, hermoso, tú no!

-       ¡Geo! – gritaban otras -. Por favor, di que es mentira.

-       Gus-Gus – gritó una, un poco sola -, ¡tú eres el mejor! ¡Sigues siendo fiel a tus fans!

-       ¡Eso, eso! – corroboraron algunas.

-       ¿Ah, sí? – sonrieron Mery, June y Dasha -. Pues vamos a buscarle una novia guapísima – añadió June.

-       ¡Pero éstas…! – se escandalizó Dasha.

-       ¡Cómo si no tuvieran el derecho de salir con quien les dé la gana! – murmuró Mery -. ¡Qué hipócritas!

-       Bien que les gustaría que nuestros chicos fueran suyos – rió June.

-       Shhh – les calló Dasha -. Que Bill y Geo van a decir algo.

-       Yo lo que puedo decir de mi niña – empezó Georg -, es que es tan inocente y tierna que te dan ganas de protegerla todo el rato. Es una persona en la que sé que puedo confiar y no me va a fallar nunca. Un beso desde aquí, linda.

-       Miradlo, qué tierno – se sonrojó Dasha.

-       Algunos no piensan lo mismo – le susurró Mery a June, viendo la cara de malas pulgas que tenía Eric.

-       ¡Nené! – la llamó Derek -. Escucha, ahora va a hablar Bill.

-       Y en mi caso, he encontrado mi alma gemela. Mi media naranja – contó el cantante, con una mirada soñadora -. Ella es todo lo que he estado buscando durante mis 21 años de vida. Sé que si por cualquier cosa llegara a olvidarme de ella, cosa que espero no hacer nunca porque sería como perder el sol para una flor, después de volver a verla y sin reconocerla me volvería a enamorar de ella. Estoy seguro.

-       ¿Por qué? – preguntó Pablo.

-       Porque con medio corazón no se puede vivir – respondió él segurísimo -. Yo le he dado a ella la mitad que me falta, y sabría reconocer a quién se lo di.

-       June, ha sido… - Mery se calló cuando se giró hacia su amiga y vio las lágrimas se desbordaban de sus ojos y recorrían sus mejillas, dejándolas empapadas -. ¡Oh, Nené!

-       ¿Lo habéis oído? – preguntó ella, hipando a causa de las lágrimas -. Nadie me había dicho nunca nada tan bonito.

-       Dile algo cuando vuelva – le animó Dasha -, explícale cuánto significa el para ti también.

-       Esperad y veréis – rió ella cogiendo su móvil.

Pocos segundos después, el teléfono de Bill vibró en sus ajustados pantalones negros.  Aprovechó que el presentador estaba distraído haciéndoles preguntas a los demás y lo sacó con disimulo. Cuando vio que le había llegado un mensaje sintió curiosidad y miró a ver de quién era.

Cuando vio el nombre de la chica en la pantalla del móvil, su respiración se cortó. Un intenso sonrojo inundó sus mejillas. Sus dedos temblaban demasiado como para agarrar bien el móvil y sintió que el corazón se le aceleraba. Había olvidado por completo que ella le iba a estar viendo por televisión.

Tom, al darse cuenta del nerviosismo de su hermano mientras miraba la pantallita luminosa del móvil y ver el nombre de June al lado del simbolito de un mensaje recién llegado,  posó una mano tranquilizadora sobre el hombro de su gemelo y trató de trasmitirle un poco de serenidad. Bill le lanzó una sonrisa de agradecimiento mientras, armándose de valor, le daba al botón de “leer” y el largo texto aparecía delante de sus ojos, a su entera disposición.

“Stas loko, sabias)-(? No s justo q m agas xorar asi! No pods acrm xorar asi! Asi q kndo bngas d vueltal ospital, vas a sabr lo q s q algien tqiera de brdad. Ich liebe dich. Ihre bessere hälfte(tu media naranja).”

Una enorme sonrisa divertida y tierna se abrió paso entre los labios del cantante enamorado. Nunca sabía cuál iba a ser la reacción de la chica, y una vez más lo sorprendía, mezclando humor y amor en un mensaje para darle las gracias por su declaración delante de millones de personas.

-       ¿A qué se debe esa sonrisa, Bill? – preguntó el presentador con curiosidad, mirando la conspiración con la que se miraban los dos hermanos.

-       Mi media naranja me está viendo por la tele y me ha dado las gracias – respondió él, alzando el teléfono -. Ich liebe dich auch, schön – y le lanzó otro beso.

-       ¿Es alemana? – le preguntó Pablo.

-       No, es de aquí  - respondió él para desesperación de sus fans -. Tiene diecinueve años y lleva siendo nuestra fan desde los catorce. Las novias de Tom y Geo eran amigas suyas.

-       ¿Y no nos van a decir nada sobre ellas? – pidió el señor -. Sus nombres, dónde viven, cómo las conocieron…

-       No, nada – contestó Tom, cortante por primera vez -. No queremos que estén huyendo de los que nos acosan a nosotros todo el rato, y queremos que sigan viviendo como personas normales durante más tiempo.

-       Antes de que las cosas tomen una camino más serio – rió Georg-, ¿no, Tom? ¿Eso es lo que querías decir?

-       Sep – él se echó hacia atrás, descansando despreocupadamente sobre el respaldo de la silla en la que estaba sentado.

-       ¿Cómo que algo más serio? – preguntó el presentador sin entender.

-       Pablo, yo estoy enamorado de mi novia – le explicó el chico -. No me gusta simplemente y no es sólo un capricho o una obsesión. Pensé que nunca diría esto, pero estoy enamorado.

-       Y por lo menos lo admite – rió Bill mientras le daba un puñetazo pequeño en el hombro.

-       ¿Quieres decir que la has dejado embarazada? – quiso saber Pablo -. ¿Por eso es algo más serio?

-       O.O – todos.

-       …