Pero nada más lejos de la realidad. Lo único que quería hacer Derek era ponerle sobre aviso sobre un tema delicado y se lo comentó con la mayor delicadeza posible.
- Cómo le hagas daño a June – lo amenazó -, entonces sí que nadie podrá decir que eres hombre. Te arrancaré lo que llevas colgando entre las dos piernas sin miramientos. Te castraré con una cucharita.
- ¿Una cucharita? – preguntó Bill sin saber si reírse o echarse a llorar.
- Sí, una cucharita – mantuvo su cara de amenaza durante una rato más antes de sonreír ampliamente -. No, hombre es broma. Pero digo en serio que ni se te ocurra dañarla.
- Puedes contar con que antes dejaría que me hirieran a mí antes que a ella – dijo Bill con solemnidad.
- Así me gusta – sonrió Derek -. Antes de irme. June mañana tendrá más visitas. Ella ya sabe que vendrás a verla sus amigas Dasha y Mery, pero también va a venir Eric, su primo. Tiene que ser una sorpresa así que no le digas nada.
- De acuerdo – asintió Bill.
- Bueno me voy. Nos vemos – tras estrecharle una vez más la mano, dio media vuelta y se alejó.
Bill lo vio unos segundos alejarse pero luego le llamó.
- ¡Derek!
- ¿Sí? – preguntó éste girándose encima de su hombro.
- Gracias.
El chico sonrió y se alejó tras hacer un gesto para quitarle importancia a lo que fuera que había hecho. Bill vio que se alejaba, con las manos metidas en los bolsillos del pantalón y la bufanda cubriéndole media cara...