June se recostó otra vez en la cama, que a través de un mando podía ponerse en distintas posiciones y que ahora mismo tenía el respaldo elevado. Nadie se atrevió a decir nada durante un buen rato, pero al final, cuando a Tom se le antojó una bolsa de patatas, los otros dos lo acompañaron, salieron de la habitación y dejaron solos a June y Bill, no sin prometerles que volverían pronto. Entonces, Bill, sentándose al borde de la cama de la paciente, se dispuso a mantener una conversación.
- Así que… ¿nos conoces? – medió preguntó, medio dudó.
- ¿Qué si os conozco? – preguntó June con cara de incredulidad buscando alrededor de ella -. ¿Dónde está mi ropa?
- En el armario – respondió Bill mientras se acercaba a un mueble que había en una de las esquinas de la habitación y abrió sus puertas.
- Tráeme mi abrigo – pidió y Bill siguió sus peticiones.
Cuando ya tuvo la prenda entre las manos, empezó a rebuscar entre los muchos bolsillos ocultos que había esparcidos por toda aquella tela. De repente encontró lo que estaba buscando y lo alzó de modo triunfal. Bill se acercó, y descubrió que aquel rectángulo gris y negro era un iPod.
- Mira cuáles son las canciones que tengo – le dijo al cantante tendiéndole el aparato.
El chico, sin ninguna dificultad para manipular el trasto, se metió en la carpeta que decía: listas de reproducción, y sólo encontró un archivo que se titulaba: “Mis preferidas”. Esperando lo peor, abrió el archivo y vio que las canciones que tenía eran las de sus discos. Todas repetidas si tenían diferentes versiones. Le encantó saber que era del grupo favorito de June.
- ¿Por qué creías que me quedé tan cortada cuando te reconocí? – comentó la chica, sonrojándose.
Se lo ocurrió un plan maquiavélico para ver si Bill se sentía atraído por ella. Se preparó para su respuesta y para empezar a actuar y atraer la atención de su ídolo desde hace dos años por lo menos.
- Supuse que eras tímida y te daba vergüenza conocer gente nueva – explicó el cantante, disfrutando secretamente de que no fuera esa la razón.
- Por suerte no es eso – sonrió ella -. Me gustaría verme a mí misma siendo tímida cada vez que mi novio me presenta a alguna nueva persona que conoce.
- ¡Ah! ¡Pero que tienes novio! – exclamó él...
omg tiene novio!! pero si bill es perfectoooooooooooooooooooooo
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