Capítulo 26

Mientras tanto, los chicos llegaban al apartamento donde vivía Derek. A ninguno de ellos les extrañó que estuviera en la zona rica de la ciudad, al fin y al cabo, era un surfista profesional y mundialmente famoso. Había hablado mucho durante el trayecto, y los chicos de la banda le hicieron muchas preguntas a Eric. Sobre la ciudad, su trabajo, June y las demás…

-       ¡Oh, Eric, no sabes! – exclamaron Tom, Gustav y Georg cuando empezaron a hablar de las chicas -. Este de aquí,  hermano gemelo mío aunque no lo parezca y me avergüence de que lo sea – Tom se protegió de un puñetazo que Bill le lanzaba al hombro -, se ha pillado por completo con tu prima.

-       ¡Con June!

-       Sí, con ella – afirmó Tom.

-       ¡Ojo, Kaulitz, que te castro con…! – empezó pero Bill lo cortó.

-       Sí, sí… con una cucharita, lo sé – al fijarse en la cara de extrañado que tenía Eric porque había el final de su frase, se encogió de hombros -. Supongo que habrás pasado mucho tiempo con Derek, me dijo lo mismo.

-       ¡Ah, pero hermanito, que tienen entre la pared y la espada! – rió Tom.

-       ¿Y tú con Mery? Es muy guapa y simpática – dijo Gustav con ironía.

-       Y lo que más importa, está como un tren – asintió Tom, intentando esconder sus verdaderos sentimientos hacia ella.

En aquel momento, un adormilado Derek les abrió la puerta del apartamento al que había llamado Eric. Se saludaron con un: “¡Hola viejo!”, y unos fuertes golpes en la espalda. Les dejó pasar y esperaron en la sala de estar mientras Derek se iba a duchar y para luego salir con ellos a dar una vuelta.

Cuando estuvo cambiado, los cinco salieron y fueron a dar un paseo turístico por Madrid. Se rieron, haciéndoselo pasar mal los unos a los otros, metiéndose porque les gustaba esta o les gustaba la otra.

-       Así que Eric ya te amenazó ¿eh Bill? – sonrió Derek, pasándole un brazo a Bill por encima de los hombros.

-       Se nota que os he caído bien – contestó con ironía.

-       Eso nunca lo dudes – dijo Derek serio -, pero te digo en serio que no le hagas nada, o si no te…

-       ¡Castro con una cucharita! – dijeron todos menos Bill y Derek a coro.

-       Y… Tom – añadió Eric -, ojo con Mery, llevo cuidando de esas chicas desde que son unas nenas, me las tratáis bien.

-       Os tienen a los dos por el cuello, fotocopias – rieron Gustav y Georg.

Cuando llegaron a la Puerta del Sol, se pararon encima de la plaquita que marcaba “Kilómentro 0” y como es debido, los chicos de la banda se sacaron la foto con ella. Relajados por un momento, y sin pensar que los reconocerían se quitaron las gafas y gorras, cometiendo un grave error. Ellos no había visto las cámaras de televisión que estaban cerca de allí, a la espera de que algún político famoso saliera de la Sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid, pero los periodistas sí que los vieron a ellos...