Capítulo 36

Entonces Dasha explotó. No aguantaba más esa actitud tan borde de Eric para con ella. Estaba más que harta de que se portara así de mal con ella.

-       Mira Eric ¿sabes que te digo? – gritó furiosa -, ¡que te folle un pez con sida! Lo siento June, sé que quieres mucho a tu primo – dijo girándose un momento hacia su amiga - ¡Déjame en paz! ¿Es que acaso no puedo estar con nadie?

-       Yo no he dicho… - respondió Eric, pálido.

-       Como si lo hubieras hecho – le cortó la chica, furiosa -. No querías que estuviese contigo, pues bien, lo has conseguido. He encontrado a alguien más que me gusta y me corresponde. Así que, ahora no me vengas con escenitas de celos porque todas las oportunidades que tenías conmigo las has perdido.

-       ¡Yo no te hecho ninguna escena de celos! – respondió él a gritos.

-       ¡Pues entonces deja que me bese con quien me dé la gana! – chilló ella, cada vez más fuerte con lágrimas en los ojos.

-       No voy a dejar que beses a ese chico porque lo conociste ayer mismo. Sois como hermanas para mí, tengo que cuidaros – se quejó el joven.

-       Lo has empeorado – dijo Georg al ver lo pálida que se había puesto Dasha, que había recibido aquellas palabras como un chorro de agua fría.

-       ¿Hermanas? ¿Cuidarnos? – empezó a susurrar para terminar gritando -. ¿Entonces por qué aceptaste la relación de Mery y Tom sin quejarte por nada? ¿Y Bill y June, que todavía no tienen nada pero van en fase de? Y te recuerdo que ella sí es de tu familia, con la que podrías ser protector, y no les has montado ninguna escenita.

-       Eso no lo puedes saber – respondió Eric con un hilo de voz.

-       ¡Se acabó! ¡Me largo! – se inclinó hacia Mery y June y les dio a cada una un beso en la mejilla -. Nos vemos luego. ¿Te vienes, Georg?

-       ¡Sí, voy! – exclamó, acercándose a ella y tendiéndole la mano.

Dasha la tomó y le dirigió una sonrisa tierna. Se despidió de todos los chicos menos Eric y salió con Georg a dar un paseo. Al salir, Georg cruzó una mirada con Bill y June. Los dos, sin emitir ningún sonido, movieron los labios y formaron la palabra: “Cuídala”. Georg asintió, y con un gesto antes de salir de la habitación, se despidió de todos para salir a dar un paseo con su falsa novia.

Cuando desaparecieron del alcance de su vista, todos vieron cómo Eric se tiraba en el sofá-cama de Bill y escondía la cara en sus manos. Los demás lo miraron preocupados.

-       Ya está – lo oyeron susurrar -, la he perdido.

En aquel momento, June se dio cuenta de lo mucho que quería su primo a Dasha, pero ella no fue la única. El chico, se sintió abandonado y solo por primera vez en sus 23 años de vida.

Siempre había intentado fuertemente que Dasha se fijara en otros, y ahora que lo había conseguido, sentía que todo su ser se rompía...